Aquellos que vienen leyendo mis publicaciones o viendo alguno de mis videos o charlas habrán notado que hago hincapié constantemente en una de las principales herramientas del proceso de discovery, validación y experimentación continua:
El MVP Test (“Minimum Viable Product Test” o “Prueba de Producto Mínimo Viable”)
Esta herramienta tiene un problema fundamental con su nombre, básicamente al incluir la palabra “producto”. Pero antes de ver por qué, veamos que és y de donde proviene esta confusión.
¿Que es el MVP Test?
Dado que ya los introduje muchas veces, lo dejo abreviado:
En esencia son prototipos de nuestro producto lo suficientemente reales como para poder ponerlo frente al usuario como si fuesen un producto real y pedirles que realicen una acción o nos cuenten su experiencia sobre algo que están viendo y podamos tomar eso como aprendizaje para tomar decisiones en nuestra futura solución.
Aclaración importante: prototipos no lo digo en el sentido más tradicional de diseño y UX. Si bien un Wireframe o Prototipo de alta fidelidad puede ser un MVP test, también incluyo aquí en forma amplia otros tipos de prototipos que pueden ir desde código que permita probar al usuario sobre un software prototipo hasta landing pages construidas con herramientas drag and drop más orientados a funcionar cómo “prototipos de la propuesta de valor”.
Lean Startup – ¿El origen de la confusión?
Si bien el término MVP existe hace bastante, creo que uno de sus principales “fuentes de popularización” fue el libro Lean Startup de Eric Rise y todo el movimiento que se generó posterior a su lanzamiento.
En el libro, Eric Rise presenta al MVP cómo:
Esto definitivamente se presta a confusión.
De hecho en un buen post sobre MVPs, el mismo autor introduce el tema diciendo que lo poderoso del concepto sólo puede ser equiparado con la confusión que causa.
Un MVP debe aportar valor al usuario.
Una definición que me gusta más es la de Ash Maurya, autor de Running Lean (un gran libro si quieren llevar los conceptos de Lean Startup a un terreno más práctico):
“Un Producto Mínimo Viable es la cosa más pequeña que podés construir que aporta valor al usuario”
En cambio un MVP test (doble hincapié en la palabra test) es justamente algo para experimentar y obtener un aprendizaje. Una landing page que comunique una propuesta de valor para medir un CTR definitivamente no es un producto. No le agrega ningún valor al usuario, sólo a nosotros cómo equipo en busca de aprendizaje.
Experimento Mínimo Viable (EMV o MVE)
En un asalto de creatividad (?) decidí empezar a llamar estas pruebas “Experimentos mínimos viables”. 2 minutos después hice una búsqueda en Google (por su nombre en inglés) y vi que mi idea no fue tan creativa.
El punto es simple:
- El objetivo del MVP Test es aprender lo más rápido y barato posible – “la unidad mínima de la cual podamos aprender”
- Entonces la mayoría (diría 99%) de las veces lo que construimos no aporta valor “comercializable” al usuario
- Construimos artefactos como prototipos, landing pages, fake doors, etc
- Lo hacemos en el contexto de un experimento para maximizar nuestro aprendizaje
Entonces definitivamente lo que estamos haciendo no es un producto.
Y cómo lo que queremos hacer es un artefacto mínimo que nos permita experimentar, el término Experimento Mínimo Viable le sienta perfecto.
¿Descartamos el MVP?
¡De ninguna manera!
Una vez que aprendimos lo suficiente a través de experimentos vamos a querer construir algo “mínimo” pero que aporte valor al usuario y nos permita seguir aprendiendo para iterativamente alcanzar un producto completo.
Una de las grandes controversias pendientes es cuán “minimum” tiene que ser para ser “viable”. Para mi la respuesta está nuevamente en la definición de producto, que tiene asociado que aporte valor al usuario, y por eso voto a favor de la definición de Ash Maurya que mencioné más arriba.
Otras concepciones que leí en el pasado en base a los problemas de la palabra “viable” fueron el MLP o MCP (minimum launchable, o minimum comercializable) que se acercan más a lo que los puritanos aceptan cómo MVP -un producto que aporte valor al usuario pero que además pueda promocionarse y escalar en el mercado-. Hace no mucho también se puso de moda el MLP (minimum lovable).
En definitiva creo que el problema del “viable” se da cuando la gente abusa del término para lanzar productos mediocres.
¿No hay más aprendizaje con MVPs?
¡Si hay!
Incluso con productos terminados nunca terminas de aprender. Pero particularmente los experimentos tienen límites a lo que podemos aprender, y sin dudas tener un producto mínimo en el mercado será una gran fuente de nuevas lecciones para seguir mejorando.
Conclusión
En resumen, para “salir” de la discusión sobre MVPs, voy a llamar a partir de ahora los MVP Test directamente MVE: minimum viable experiment, con el mismo fin que Eric Rise propuso: la unidad mínima que me permite aprender. Quería compartirlo para que se sumen 🙂